Artes Industriales y suntuarias del siglo XIX
Este año los niños de la calle Baja hicieron una exposición de los trabajos que en la Valencia del siglo XIX adquirieron por meritos propios el carácter de arte.
Esta representación se compuso fundamentalmente de cuatro partes:
- La Ebanistería de interior
- La cerámica y la su aplicación a la madera
- La fundición del hierro con carácter ornamental
- Los abanicos como elemento de suntuosidad de la época.
Las poblaciones de Onda, Manises, L'Alcora y Valencia fueron fundamentales para la industria de este siglo.
Destacan autores como Guillot o Francesc Dasí, que frente a la uniformidad del siglo XVIII, abundan al virtuosismo dibujistico i sobre todo cromático.
Este motivo floral de Dasí, lleno de aire romántico, es buena muestra del gusto de la epoca.
Otras manifestaciones cerámicas son las chimeneas decoradas, como la de Dasí que consta de nueve placas que representan amoríos, musas aladas, ramilletes, etc.
Ésta primera escena representa un taller de cerámica con motivo floral de Dasí.
Abanicos
En 1850 revestía ya gran importancia la fabricación de abanicos. Famosos eran los talleres de Don Romualdo Morera, pero con la llegada de Don José Sebastia Colomina, la industria valenciana de abanicos se sitúa en primer lugar de la producción nacional.
Tambien eran importantes las fabricas de José Tior y José Herrans.
Se utilizaba el asta natural, hueso, nacar, bronce, filigrana de plata, sándalo, incrustaciones de lunetas, pedrería, espejos, esmaltes, y algunos hasta estaban provistos de monóculo.
Las telas pueden ser de seda, terciopelo, cabritilla, vandas de Bruselas, plumas de gallo o cisne, gasa, encajes, piel de Rusia, etc.
Se imitan las temáticas del siglo XVIII, ademas de los "besllums" con siluetas erótico-jocosas de Luis XIV visibles sólo a contraluz, los constitucionales, con alegorias de la Constitución de 1812, los ferrandins procedentes de Inglaterra, los "conmemorativos" de bodas, bautizos, visitas reales, los de opera, con carátulas de Rossini, y los de ir a los toros.
Tambien se hicieros imitaciones de abanicos chinos, puestos de moda por Isabel II.